Bajo el nombre simple de ruta del almendro, nos esperaba un senderismo con mucha información, historia, naturaleza y un picoteo-degustación-almuerzo-comida…. ESPECTACULAR, que no solo nos dejo un buen sabor, sino que nos dejo como se dice en el argot local…
”ABOLLAOS ¨
Y como sucedió… pues partiendo a las 08:30 horas desde la piscina de Valsequillo y tras pasar por su casco e iglesia, nos adentramos el pequeño grupo familiar “CMV”, por el famoso Cuartel del Colmenar, lugar y cuna del novelista, cronista, dramaturgo y político español, don Benito Pérez Galdós, en el cauce del barranco San Miguel, dirección norte, para llegar al puente histórico de San Miguel, donde se realiza la primera parada para observar su estructura desde un punto menos usual.
Continuamos barranco arriba por dicho cauce, sorteando eucaliptos y otras plantas silvestres de la zona, para llegar a la intrigante y siempre misteriosa, “casa del médico”, un lugar de poco acceso pero lleno de humanidad por la familia que antiguamente lo regentaba.
Salimos del barranco y llegamos a su parte alta para quedarnos perplejos por el serpenteo del barranco San Miguel dirección Tenteniguada, y continuar nuestra marcha a la parte alta del barrio de Las Vegas, liderando el grupo su presidente, con la dirección del vocal de senderismo y las explicaciones e historias de Benigno, natural de dicho barrio.
Tras pasar por sitios tan significativos como la lavandería Los Mocanes, empresa familiar que se inició tras pasar de una granja de gallinas al sector de limpieza, así como por la máquina de pela de almendras, actualmente en desuso, siendo la primera en la Isla de Gran Canaria, donde venían de todos los puntos con dicho fruto del almendro cargado en burros, para poder ser tratada para su posterior comercialización, siendo propiedad de Don Antonio Pérez, hijo adoptivo recientemente de Valsequillo de Gran Canaria.
Siguiendo el programa previsto, nos tocaba entrar en una empresa ganadera de Loli Hernández, propietaria de la empresa Hoya León (de quesos artesanos), la cual contaba con multitud de animales, como vacas, cabras, corderos, el burro Ernesto… teniendo la suerte de ver como hacía tan solo una hora, había dado a luz una de sus cabras.
Fuimos recibidos por su personal, pero destacando a un joven de 10 años, que nos realizó una visita guiada por todas sus instalaciones, con presentación de todos los animales, “y sin utilizar el móvil”, dejándonos a todos perplejos por su desparpajo y cerrando la visita con un cante canario por el mismo, que no deja de sorprendernos, siendo invitados a volver a ir, lo cual seguro que haremos o por lo menos, a su puesto en el mercado de Telde.
Y así, llegamos a los terrenos de la Finca Don Emilio, un lugar con una historia en sus paredes y muros, que cuesta imaginar, y que daba trabajo a multitud de personas en dicha zona, tanto en la agricultura como en la ganadería, la cual contaba con caballerizas, herrería y un montón de instalaciones, referente en su época, y actualmente propiedad de nuestro amigo Benjamín.
Tras las correspondientes explicaciones de Benigno, realizamos la parada deseada para el tentempié…, que se convirtió en toda una comida - almuerzo - degustación, dentro del marco incomparable de la naturaleza que Valsequillo de Gran Canaria y con la gran familia de la Finca Don Emilio que no solo nos recibió como es de costumbre, sino que nos dio una degustación de queso, vino, cordero, aceitunas de su propia cosecha, para cerrar con unos magníficos postres caseros, café y el correspondiente chupito de ron con miel. Poco se puede decir y en pocos sitios te reciben así. UN MILLÓN DE GRACIAS.
Cerramos con la finalización del trayecto para llegar de nuevo al casco de Valsequillo, que nos permitió bajar la comida y hacer una buena digestión, tanto de la comida, como del gran momento en familia y en la naturaleza vivido, quedando la frase del día en:
“Y TODO ESTO POR SOLO 2 EUROS”…
Hasta la próxima - seguimos creciendo.